La izquierda, tradicionalmente, siempre es la más perjudicada por la desmovilización en las elecciones.
Los resultados del 28M muestran que la derecha está mucho más activada que los partidos progresistas.

Quizás no se recuerde cita electoral tan controvertida por su fecha como la del 23 de julio. Con los últimos coletazos todavía de la resaca de la jornada electoral del 28 de mayo y los gobiernos autonómicos y municipales sin constituir, todas las miradas ya están puestas sobre las elecciones generales del próximo mes. Mientras las formaciones políticas lidian con la elaboración de las coaliciones y las listas electorales para cada circunscripción, ya se realizan los primeros pronósticos sobre cómo será el comportamiento del electorado el próximo 23J.

Uno de los aspectos que más ha centrado el debate desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase en La Moncloa la disolución de las Cortes generales y el adelanto de la convocatoria de comicios ha sido la fecha. La coincidencia de la cita electoral con la temporada estival ha levantado discrepancias entre la opinión pública, generando muchas dudas sobre si los españoles llegarán a interrumpir sus vacaciones para acudir a las urnas a votar y, por consecuente, si esto supondrá un aumento de la abstención respecto a otros procesos electorales.

Tras el anuncio, uno de los supuestos que se barajó para justificar la decisión del líder del Ejecutivo, quien ha reiterado en multitud de ocasiones que su intención era cumplir hasta el último día de legislatura, es que pretendía contener el desgaste de su figura política los seis meses restantes de mandato tras la pérdida de poder territorial y el triunfo del PP en las elecciones del 28M. Sin embargo, no está claro que adelantar la cita en las urnas pueda realmente jugar a favor del presidente del Gobierno, teniendo en cuenta los efectos que puede tener la abstención sobre el resultado final.

Medir con antelación quién no irá a las urnas es tarea difícil. «Cuánta gente no irá votar no lo sabemos, no se puede predecir», explica Xavier Coller, catedrático de Ciencia Política en la UNED. No obstante, advierte que la fecha de una cita electoral «es muy importante y siempre influye». «En términos genéricos, no es lo mismo un 24 de diciembre que cualquier otro domingo», señala. La coincidencia del 23 de julio con las vacaciones de verano puede generar un aumento considerable de la abstención. «En esa fecha, un 30 por ciento está fuera, un dato relevante si tenemos en cuenta que ese 30 por ciento o vota por correo o no vota», explica María José Canel, catedrática de Comunicación Política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), quien especifica que, en definitiva, el día es importante «en la medida en que puede tener un efecto sobre la participación».

Subida del voto por correo

Teniendo en cuenta estas circunstancias, entra en juego el voto por correo. «La fecha va a tener un impacto rebote en el voto por correo», expresa Javier Lorenzo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid. Por este motivo, las formaciones políticas tenderán hacia un mensaje de «unidad» en torno a este mecanismo para ejercer el derecho de participación. «La tarea de los partidos es reducir la abstención», explica Coller. «Dentro de la preocupación sobre cómo se desarrollará la participación, lo que hay cuidar son aspectos como agilizar, fomentar y reforzar las garantías del proceso», manifiesta Lorenzo, recordando el caso de presunta compra de votos por correo que estalló durante la anterior jornada electoral de mayo.

Ahora bien, sobre la abstención también son determinantes otros factores como «el nivel de competición» o «la posibilidad de cambio» que no estarían a favor de Pedro Sánchez. Durante otros procesos electorales en los que se ha producido la salida de un partido y la entrada de otro en La Moncloa, la participación ha sido mucho «más alta» que si ha habido continuidad. «En este caso, hay una altísima previsión de cambio de gobierno, tanto las encuestas como los resultados del 28M dejan un escenario en el que, lo mires por donde lo mires, hay cambio porque no ha ganado el partido en el gobierno, sino el de la oposición», explica la catedrática de la UCM. «Si sabemos que se va a revalidar el Gobierno, un uso racional de tu tiempo te puede incitar a no ir a votar. En las últimas ha habido una buena movilización y puede deberse a que están competidas, hay escenario amplio de incertidumbre, y esto fomenta la participación», apunta Lorenzo.

Tradicionalmente, «está probado», la abstención siempre ha perjudicado a las formaciones «de izquierdas». «Los perfiles abstencionistas suelen ser personas que, en términos sociodemográficos, son trabajadores, es decir, están en situación dependiente del mercado laboral», explica el catedrático de la UNED. No obstante, sobre el perfil del abstencionista influyen más factores como «el hartazgo con la política, la situación personal, el grado de concienciación con el derecho de participación, el desencantamiento…», enuncian los tres expertos consultados por este periódico. «El gran problema que tienen los partidos es que generalemente el abstencionista tiene un perfil que se inclina más a la izquierda, que perjudica muy espcialmente al PSOE», manifiesta Xavier Coller.

Además, explica María José Canel, a esto se suma que la derecha está activada. «A diferencia de otras elecciones, la derecha está más movilizada que la izquierda. En el 28M, la abstención fue mayor en la izquierda que en la derecha, hay un votante muy activado que quiere cambiar de gobierno», explica Canel, quien augura «mucho voto de castigo a Sánchez».

Efecto de la campaña

Queda esperar para valorar el efecto que puede causar sobre el electorado la campaña electoral que arrancará el próximo 7 de julio. Hay que tener en cuenta que «venimos de una muy reciente que se ha dirimido en clave nacional más que regional», explica Javier Lorenzo, quien se muestra escéptico sobre que la campaña del 23 de julio vaya a tener un gran efecto movilizador. Destaca, eso sí, dos aspectos que se sí condicionarán la abstención las próximas semanas: cómo se desarrolle la unión de la izquierda y si PP y Vox pactan para formar los gobiernos regionales. Esto último puede decantar la decisión del «votante autocrítico» que, aunque no cambiaría su papeleta por la de otro, puede decidir abstenerse por no estar de acuerdo con la actuación final de su partido.

Otra cuestión que subrayan los expertos consultados es que al votar mucha más gente por correo, la decisión está tomada con bastante antelación. «En elecciones así seguidas, la gente tiene decidido el voto. La campaña afectará a pocos, pero serán importantes porque el resultado se definirá por un puñado de votos», prevé María José Canel. Los tres expertos coinciden en que mensajes más agresivos, como el discurso de Pedro Sánchez ante el Grupo parlamentario socialista, pueden contribuir a «la radicalización de voto», tener un «efecto desmovilizador» y hacer un «flaco favor» al presidente del Gobierno.

Por Marta Martínez.

Fuente: https://www.abc.es/espana/abstencion-jugara-favor-sanchez-23j-segun-expertos-20230611031927-nt.html