“Hoy el ciudadano premia y castiga más, incluido  a su partido”

Descargar entrevista en PDF: El ciudadano premia y castiga más a su partido

Por María Milán. UCM. Oficina de transferencia de resultados de investigación (OTRI)

En casa, en el trabajo, en el metro o en el bar. En cualquier escenario se producen estos días tertulias políticas en las que se habla del último caso de corrupción, de los resultados de las encuestas o de la incertidumbre de estar sin gobierno. Los acontecimientos de la última década, agudizados por la crisis económica, han mermado la confianza de los ciudadanos en los gobiernos. María José Canel, Catedrática y profesora de Comunicación Política de la Universidad Complutense de Madrid, ha estudiado en profundidad una de las causas de esa pérdida de confianza: la deficiente estrategia de comunicación de los actores políticos.

 

MARÍA MILÁN | Los cartuchos para formar gobierno parecen ir agotándose. La próxima semana, los días 25 y 26 de abril, el rey Felipe VI recibirá a los portavoces de los partidos con representación parlamentaria en busca de un candidato capaz de formar gobierno antes de producirse una nueva convocatoria a las urnas el 26 de junio.

 

La preocupación política aumenta mes a mes. Según los últimos datos del barómetro del CIS correspondiente al mes de marzo, el 42,3% de los encuestados califica de ‘muy mala’ la situación política general. Los principales problemas que preocupan a los españoles son el paro (77,1%), la corrupción y el fraude (44%), los problemas económicos (25,6%) y los políticos en general, los partidos y la política (24,4%).  La falta de gobierno –que en febrero entró en la estadística como una nueva preocupación– ha subido dos puntos, hasta el 3,1%.

 

“Los índices de confianza ciudadana en las organizaciones públicas están bajando de manera drástica. Esto indica que el sector público tiene un grave problema: los ciudadanos para los que gestiona están muy lejos”, sostiene María José Canel, profesora de Comunicación en el sector público y coordinadora del máster en Comunicación de las Organizaciones de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

 

Canel aborda la brecha entre gobiernos y ciudadanos en un artículo publicado en la revista Public Relations Review. Su punto de partida es la discrepancia entre los resultados reales de gestión de los gobiernos y lo que los ciudadanos creen que los gobiernos hacen.

 

La paradoja está en que hay malas gestiones que obtienen valoraciones positivas de los ciudadanos y al contrario, buenas gestiones que reciben valoraciones negativas. Estos son los casos de Málaga y Vitoria respectivamente, que Canel analiza en el estudio, si bien las conclusiones se pueden extrapolar al gobierno central.

 

Cuando se produce esta discrepancia, considera la autora, el problema reside en una mala estrategia de comunicación.

 

Más actores en la arena política

 

Para mejorar esta estrategia hace falta una buena comunicación, es decir “combinar bien los hechos con los mensajes”, señala la experta. “El reto de la comunicación política hoy es que un gobierno logre que un ciudadano valore de acuerdo a la realidad de los hechos de gestión”, añade.

 

Los tiempos han cambiado. Si antes solo eran los medios los que informaban, hoy son muchos más actores. “Las fuentes son muy dispersas, variadas, descontroladas y  muchas son falsas, por lo que el gobierno tiene que hacer más esfuerzos para que la comunicación genere la valoración justa sobre lo que hace”, opina Canel.

 

Los movimientos ciudadanos de los últimos años generan olas de opinión que permean en la opinión pública muy fácilmente y a veces pueden tergiversar la información, opina la autora.

 

A la hora de comunicar la gestión, una administración tiene que tener en cuenta los mensajes, “que tienen que ser muy institucionales, referidos a los hechos, muy desinteresados y con un interés que sea el de interactuar con el ciudadano, y no mensajes unilaterales en los que lo único que busca el gobierno es el voto”, apunta la docente.

 

Según Canel, la ciudadanía exige una mayor interacción con los partidos políticos, lo que requiere que estos tengan “una buena presencia en redes sociales”. Quienes parecen tener muy en cuenta la presencia 2.0 son los partidos jóvenes como

Podemos o Ciudadanos, “más hábiles en la generación de golpes de efecto, lo que no quiere decir que eso sea comunicar mejor”, aclara.

 

Ciudadanos más realistas

 

Además del mensaje, en comunicación política hay que tener en cuenta las motivaciones de las personas. Hasta 2008, cuando la crisis económica golpeaba a España, el ciudadano tendía a valorar de forma positiva al gobierno si este pertenecía al partido con el que simpatizaba, independientemente de lo que consiguiese en su gestión.

 

Ahora, esto no es así. “Con la crisis, la población ha dejado de ser partidista para ser más realista”, señala la investigadora. Los habitantes no tienen ningún problema en ‘dar un tirón de orejas’ a los gobernantes, independientemente de que sean o no a los que ellos destinaron su voto.

A partir del 2010, continúa Canel, hay un punto de inflexión provocado por la corrupción. Desde entonces, a las personas les importan los resultados pero también el proceso por el que el  gobierno los consigue, es decir, que la ética impere en la forma de gestionar.

 

“Hoy, el ciudadano premia y castiga mucho más que antes, no solo al partido rival, sino también a su partido. A la hora de hacerlo se fija no solo en el resultado, sino también en que el líder sea y parezca íntegro”, añade.

 

¿Se puede interpretar entonces como un castigo el aumento de la abstención en caso de producirse unas nuevas elecciones, como pronostican las encuestas? Canel cree que “la gente las está respondiendo con el deseo de castigar a los partidos por no haber logrado una negociación y por cargar en el ciudadano con la responsabilidad de volver a las urnas”. No obstante,  confía en que no se produzca un índice de abstención importante.

 

Pase lo que pase, la semana que viene será decisiva, tanto para formar gobierno como para que millones de españoles  empiecen a recuperar la confianza en la clase política.

 

Referencia bibliográfica: Sanders K, Canel MJ. “Mind the gap: local government communication strategies and Spanish citizens´ perceptions of their cities”. Public Relations Review 41 (5), 2015. DOI: 10.1016/j.pubrev.2015.06.014