¿Es casualidad que el logo de Sumar tenga una raya de división? Es sorprendente, cuando menos, que Yolanda Díaz reivindique su nuevo partido como la plataforma que tiene que aglutinar todo aquello que está a la izquierda del PSOE mientras, a la vez, una buena parte de su estrategia electoral se fundamenta en una división: la de los dos socios del Gobierno. Durante toda la legislatura, PSOE y Podemos han tenido varios conflictos, pero han empezado a tirarse los trastos a la cabeza especialmente en los últimos meses, cuando ha empezado un curso electoral marcado por los comicios autonómicos y municipales del 28-M y los generales de finales de año.

Y ha sido precisamente en los últimos meses cuando Yolanda Díaz ha puesto en marcha su nuevo proyecto político, Sumar, un partido que pretende absorber Podemos, convertirse en el núcleo de la izquierda del PSOE y, de paso, arañar algunos votos socialistas. Todo, al mismo tiempo, siguiendo una estrategia muy clara: cuando hay semanas marcadas por cuestiones que generan un enorme conflicto entre los dos socios del Gobierno, Díaz desaparece: raramente se pronuncia sobre la polémica del ‘solo sí es sí’, el envío de armas en Ucrania o, incluso, la ley de vivienda.