• La mesa de negociación con la Generalitat, primer reto para el equilibrio de poder entre PSOE y Unidas Podemos
  • La aprobación de las cuentas para 2020 marcará la durabilidad de la coalición, según los expertos

Por Jaime Gutiérrez

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias liderarán desde este lunes el primer ejecutivo de coalición de la historia reciente de la democracia en España después de que el socialista lograra su investidura en segunda votación. Tras más de 40 años de gobiernos monocolor, los ministros que se sentarán el martes en la mesa del Consejo de Ministros provendrán de dos partidos distintos. Una suma que, más allá de las buenas intenciones y los intereses con los que se ha creado, se enfrentará -según los expertos consultados por RTVE.es- a situaciones que pondrán a prueba la solidez del pacto que la ha alumbrado.

La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y la gestión de la mesa de diálogo en Cataluñapactada con ERC para lograr la investidura, son los dos hitos más inmediatos para ambas formaciones. Además tendrán que decidir cómo manejan su agenda medida a medida y cómo gestionan la comunicación de sus decisiones. También está por ver cuánto durará la legislatura, si la oposición será capaz de dividir a los socios de gobierno y si, en el seno de las distintas familias que forman Unidas Podemos, pueden producirse discrepancias.

¿Cuánto durará la legislatura?

PSOE y Unidas Podemos conformarán, en palabras del politólogo y profesor de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) Pablo Simón «un gobierno de coalición minoritaria». «A diferencia de lo que ocurre en las comunidades autónomas», explica, lo han hecho «sin alcanzar la mayoría absoluta» en el parlamento con los 167 votos de sus formaciones y PNV, Más País, Nueva Canarias, BNG y Teruel Existe y las abstenciones de ERC y EH-Bildu.

Esto hace que la primera pregunta que se plantea sea la de cuánto va a durar la legislatura. «Los gobiernos de coalición minoritaria, en el promedio europeo, duran dos años o dos años y medio. Son gobiernos que o bien cambian su forma, porque incorporan a nuevos socios, o terminan convocando elecciones al verse bloqueados», explica.

De acuerdo con los expertos consultados, en el caso español, la duración va a depender de dos factores aparentemente distintos pero interconectados: la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2020 y la conformación de la mesa de negociación pactada con ERC para Cataluña.

Presupuestos y mesa de negociación, principales desafíos

Ante el equilibrismo económico que plantean las medidas avanzadas para la legislatura, los presupuestos son una ley muy especial, recuerda Simón, porque tienen carácter anual: «Si el Gobierno los aprueba le permitiría tener oxígeno para llegar a la mitad o más de la legislatura». El politólogo de la Universitat de Barcelona (UB) Jesús Palomar coincide en esta postura e incluso cree que su trámite puede ser «más sencillo que la propia sesión de investidura» porque el Gobierno tiene la «oportunidad» de atraerse a partidos regionalistas que votaron ‘no’ este martes, como el Partido Regionalista de Cantabria o Coalición Canaria, con «incentivos» o «contrapartidas» para sus territorios.

Sin embargo, afirma, «lo primero es conformar la mesa de negociación» que PSOE y ERC acordaron iniciar tan solo 15 días después de la formación del Gobierno. Un asunto sobre el que Moncloa y el Govern ya han empezado a tener contactos y acerca del cual los republicanos ya ha advertido: no negociará los Presupuestos si no hay «avances».

«El primer escollo es determinar si en esa mesa existe alguna participación de Unidas Podemos» que «ya ha mostrado públicamente el interés de participar», explica. En los «vetos» que pueda haber, surgirían -a su parecer- las primeras fricciones, que irían a más «si una parte del Gobierno pone encima de la mesa el referéndum de autodeterminación».

La cosa puede complicarse aún más si, como pronostica la catedrática de Comunicación Política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y vicepresidenta de ACOP, María José Canel, ERC y EH-Bildu hacen valer sus abstenciones en la investidura. Estas formaciones «van a exigir al Gobierno cesiones concretas en presupuestos o en el aspecto judicial del conflicto independentista», asegura, y pone como ejemplo la decisión del Tribunal Supremo de mantener en prisión al líder de ERC, Oriol Junqueras.

El último giro de guion llegaría con la posibilidad de un adelanto electoral en Cataluña. Esto «podría hacer que ERC se vuelva más rígido» en las negociaciones porque «tendría que vender a sus votantes que ha hecho bien pactando cono el PSOE», explica Simón. Por eso, cree que el Gobierno va a tener que «medir sus tiempos» para calcular «cuándo se arranca la tramitación de los presupuestos en función de cuándo se prevé que pueda haber elecciones catalanas».

Cada ley se negociará dos veces

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias sellaron su acuerdo con la presentación de un programa conjunto de Gobierno de Coalición Progresista. Para Pablo Simón, ese es otro escollo porque se trata de «un programa en condicional», limitado «a que sean capaces de articular las mayorías necesarias» para llevar a cabo las medidas que contiene. Además de estos apoyos, continúa, todas las medidas van a requerir «negociar en dos planos separados»: entre los miembros del propio gobierno, «dos partidos diferentes con ámbitos competenciales definidos», y en el Congreso para sacarlas adelante.

En este sentido, apunta, «aquellas medidas que requieran modificaciones de ley van a ser más fáciles que las leyes orgánicas». Las primeras necesitan una mayoría simple similar a la que se ha articulado para la investidura, más ‘síes’ que ‘noes’, mientras que las segundas requieren mayoría absoluta de 176 escaños en el Congreso.

«Las abstenciones son más baratas», afirma Simón, que añade que «los decretos leyes del gobierno también pueden ayudar a superar este obstáculo» en el primer caso. Sea como sea, explica, todo dependerá del «ámbito material de la iniciativa» porque «no es lo mismo buscar apoyos puntuales que tratar de conformar una ley que toque, por ejemplo, temas económicos».

Controlar la comunicación y capitalizar el mensaje

«España se va a entrenar en qué significa un gobierno de coalición», reflexiona María José Canel, quien cree que la comunicación del Ejecutivo también va a estar en negociación constante y que cualquier violación de lo acordado podría generar fricciones. «Es interesante que Iglesias haya filtrado ya sus ministros como si fuera un gobierno diferente al de Sánchez», apunta, sin tener claro si ha sido una decisión pactada o no.

Como ella, Pablo Simón también anticipa «una lucha pequeña y soterrada por ponerse la medalla». No obstante, cree que, «de entrada, va a haber más cohesión y disciplina que otra cosa» porque la entrada de Unidas Podemos en el Gobierno es «una cuestión de garantía» para Pedro Sánchez. Aun así, admite que las discrepancias podrían aparecer «desde la mitad hasta el final de la legislatura» y a medida que se aproxime la próxima cita electoral.

«La convivencia se antoja compleja», reflexiona por su parte Jesús Palomar, que cree que existe el riesgo de que «cohabiten dos gobiernos en uno» y que la Vicepresidencia de Iglesias «haga de contrapunto» con la de la Portavocía del Gobierno. Esta labor ha recaído en María Jesús Montero, que también conservará la cartera de Hacienda.

Precisamente, en su primera entrevista tras la investidura, la vicepresidenta del gobierno en funciones, Carmen Calvo, quiso dejar claro que «no habrá dos gobiernos, sino uno solo con dos partidos, bajo las órdenes de Pedro Sánchez».

En ese «reparto», cada una de las principales corrientes que se integran en Unidas Podemos -Podemos, Izquierda Unida, Galicia en Común y En Comú Podem- tienen su parcela de poder. Esta peculiaridad, coinciden Palomar y Canel, puede provocar «roces entre los miembros de Unidas Podemos». Sin embargo, asegura la experta de la UCM, «impera la necesidad que tiene Unidas Podemos de que esto salga bien» y «es tan fuerte que puede ser que esas diferencias no salgan tanto a relucir».

Lo que sí sufrirán es el intento de la oposición de «escenificar rupturas entre los socios», asegura Pablo Simón. «Se antoja que Ciudadanos, PP y Vox se van a enrocar en el ‘no’, pero el resto pueden mover fácilmente su posición», reflexiona Palomar, quien opina que, «pese a que la coalición siempre dificulta», si pasa el primer medio año, «difícilmente va a ser un gobierno que no aguante los cuatro de la legislatura».

 

 

 

 

 

Fuente: http://www.rtve.es/noticias/20200110/cataluna-aprobacion-presupuestos-claves-para-supervivencia-del-nuevo-gobierno-coalicion/1995086.shtml