Podemos se inspira en el catálogo de Ikea para «vender ideas políticas como si fueran muebles». Al mismo tiempo, entorpece la apertura de nuevas tiendas en algunas regiones.

Por: Marina Valero @Marina_Valero

Fuente: http://goo.gl/dZACk6

¿Quién no ha comprado en Ikea alguna vez? Nadie discute la extraordinaria habilidad de Podemos para conectar con un público amplio con un catálogo electoral al más puro estilo de esta empresa, pero algunos afean una «actitud incoherente» que puede ‘cabrear’ a parte de su electorado. «Ikea representa globalización, economía de mercado, grandes superficies comerciales… todo lo que critica Podemos. La estrategia es original pero puede causar un desgaste» entre sus potenciales votantes, sostiene Jordi Rodríguez Virgili, profesor de comunicación política de la Universidad de Navarra.

Pero el golpe de efecto conseguido pesa más que cualquier hipotético desgaste, o así lo afirman los expertos consultados por este periódico. «Es una idea magistral. Han elegido a Ikea como marca dirigida a la clase media, que ofrece muebles asequibles para todo el mundo», señala Rafael Rubio, experto en comunicación política de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). La multinacional sueca se limita a dejar claro que no tiene nada que ver con el catálogo ‘morado’ ni ha participado en su elaboración, por si alguien tenía alguna duda.
«No entramos a valorarlo para no confundir a los clientes. Nuestro catálogo es la principal herramienta de ‘marketing’ que tenemos para llegar al público», precisan fuentes de Ikea a este diario. A la compañía le pilló totalmente desprevenida una estrategia poco convencional que, en palabras de Rodríguez Virgili, se basa en vender ideas políticas como si fueran muebles. «El debate de fondo está en otro sitio: esto no es hacer política, es ahondar en la banalidad». María José Canel va en la misma línea al sugerir que el programa corre el riesgo de quedarse hueco en contenido. «Quizá no responde a las expectativas generadas», matiza esta catedrática de comunicación de la UCM.

Superficial o no, el catálogo ‘morado’ es efectista y atractivo para ese porcentaje de indecisos (32,4%) que decidirán su voto en el último minuto. El partido ha seleccionado cuidadosamente una marca con mucho tirón que en algunos casos genera rechazo entre sus votantes anticapitalistas por su carácter de multinacional, pero en otros despierta simpatía. «El partido ha usado el impacto positivo de la publicidad de Ikea con un guiño al hogar y a la familia», apunta Canel. «Ikea democratizó el acceso al diseño con sus precios bajos y Podemos pretende hacer lo mismo en política», añade Juan Merodio, consultor internacional de ‘marketing’ y redes sociales.

Podemos quiere a Ikea… ¿o no?

Que la formación de Pablo Iglesias se inspire en los catálogos de Ikea no significa que no tenga sus reservas cuando toca dar luz verde a nuevas aperturas. Como ya recogió el ‘Diario de Navarra’, Podemos se opone a que la firma sueca se instale en esta comunidad. «Iría en contra de la defensa del comercio tradicional y de la cercanía, y del apoyo a las empresas con ámbito de decisión y domicilio fiscal en Navarra«, espetó la parlamentaria de Podemos Fátima Andreo en el pleno del pasado 14 de abril. Y fue más allá: «Ikea está acusada en Europa por sus prácticas de evasión fiscal a través de fundaciones y paraísos fiscales».

Este partido es el único del cuatripartito integrado por Geroa Bai, EH-Bildu, Izquierda-Ezquerra y Podemos que se opone al proyecto al considerar que Ikea «no es un buen negocio para Navarra«. Andreo dice no ver ventajas en que «una empresa que ha podido evadir 1.000 millones de euros en seis años» se instale en esta comunidad. La idea de abrir un nuevo centro tampoco gusta demasiado en otras regiones gobernadas por la formación ‘morada’.

La compañía que estaba tramitando la Actuación Territorial Estratégica (ATE) en Alicante para implantar una tienda Ikea acaba de presentar su renuncia por exigencias económicas «inasumibles». Alicante Avanza lamenta la falta de consenso institucional para sacar adelante este proyecto, al que ya se opuso Podemos en su día, si bien el alcalde socialista, Gabriel Echávarri, asegura que pedirá una reunión con la multinacional sueca para buscar otro terreno donde instalar el centro de forma rápida. Echávarri gobierna con el apoyo de Compromís y Guanyar Alacant (IU y Podemos).

Los efectos del catálogo electoral en Ikea

Los expertos descartan que el programa-catálogo pueda tener un impacto negativo en la firma sueca. «Más bien al contrario. Ikea puede salir reforzada porque se está hablando mucho de ella en los medios» gracias al formato «amable, innovador y diferente» de la formación política, sostiene Merodio. Canel tampoco cree que la multinacional se vea afectada porque «nadie al que no le gusten los valores de Podemos va a dejar de ir a la tienda por esto».

Según Rubio, la compañía puede verse beneficiada porque esta iniciativa aplaude a su propia puesta en escena, con un programa político de estética muy cuidada desde la primera página hasta la última. «Dentro de unos años, lo recordarán como una mera anécdota positiva para su posicionamiento de marca». Podemos ha elegido muy bien su prototipo a imitar, aunque sea desde un punto de vista artístico: empresa sueca, país nórdico y modelo socialdemócrata que suele poner Iglesias como ejemplo en su discurso. Eso sí, nunca veremos al partido usando a una firma estadounidense o británica como referente, puntualiza Canel.