Recientemente ha sido publicado un artículo en el diario El Mundo que hace un análisis de las herramientas políticas en campaña electoral con motivo de las elecciones en Andalucía. El artículo es de IRENE FDEZ. JUBITERO.

Este es un extracto de una parte del artículo:

La palabra mitin viene de la inglesa «meeting», que significa encuentro, y se refiere a cualquier reunión de una gran masa de personas donde el público escucha el discurso de algún político. Hoy el formato ha quedado algo anticuado. «Está pensado para convencidos, sólo sirve para reforzar a los tuyos, no influye apenas en el voto», asegura María José Canel, experta en comunicación política y catedrática de la Universidad Complutense (Madrid). «Hay que cambiar el estilo de los mítines, prestar atención a otro tipo de encuentros, ir al origen de la palabra mitin», defiende.

 

Elementos para dar un buen mitin

La eficacia del mensaje se logra a través del contenido y de la forma, la representación del contenido. Desde el punto de vista del contenido, para que un discurso sea creíble «debe tener un mensaje, es decir, contener ideas y propuestas; el político debe creérselo, y además debe estar en sintonía con las inquietudes de los ciudadanos«, opina Canel.

…Respecto a la representación del contenido, hay que tener en cuenta varios elementos. Primero, la retórica. «La repetición del mensaje, los ejemplos, las metáforas», explica Canel, son recursos seguros, deben ser » procedentes y que salgan de manera natural». Por otro lado, es conveniente dejar atrás la construcción antigua de subordinada. Esa que permite alargar una frase hasta límites insoportables. Conviene hablar con «un formato de discurso telegrama, de frase breve, repetida, con ritmo», apunta Carrillo.

 

Qué hay que evitar en un mitin

Primero, pensar que da lo mismo ocho que ochenta. Lo que vale para las elecciones andaluzas, no sirve para las generales. El contexto importa. «Los problemas son distintos. Los partidos no pueden ignorar eso ni banalizar las necesidades de los votantes«, explica Canel, que advierte sobre los riesgos que corren aquellos líderes que quieren parecer cercanos. «Cuando un político va de coleguilla puede provocar efecto rebote en contra. No hace falta abusar del lenguaje coloquial para estar en sintonía con la gente».

Ganará quien sea capaz de innovar en la manera de dirigirse a los votantes«, resume María José Canel. En un escenario en el que uno de cada dos votantes podría cambiar su voto (ya que todas las encuestas dan índices de fidelidad para todos los partidos por debajo del 50%), asumir ese riesgo a innovar en campaña, más que una opción, parece una mera cuestión de supervivencia.

Este es el enlace para verlo completo: http://www.elmundo.es/andalucia/2015/03/12/550070ccca4741472c8b4592.html

Fuente: http://www.elmundo.es/andalucia/2015/03/12/550070ccca4741472c8b4592.html